Cuando evaluamos la rentabilidad de nuestra explotación apícola hemos de tener en cuenta la repercusión tanto de los costes fijos (ej. la amortización de los vehículos) como de los variables, (ej. la mano de obra, el combustible y el gasto en alimentación, entre otros). La nutrición de nuestras colmenas, en determinados casos, es una herramienta imprescindible para garantizar su supervivencia y supone un gasto cuantitativamente muy importante. Por tanto, en este sentido, es importante conocer tres aspectos fundamentales que nos permitirán hacer una correcta evaluación de nuestras prácticas nutricionales (1) ¿cuál es la composición del alimento que estoy utilizando?, (2) ¿cuánto estoy pagando por los nutrientes que mis abejas pueden aprovechar?, (3) ¿cuál es mi objetivo y si ese alimento me ayuda a alcanzarlo?
En general, la composición nutricional de un producto es la cantidad que contiene de cada nutriente, fundamentalmente:
Macronutrientes:
- Agua o humedad: es el nutriente esencial básico para todos los organismos.
- Azúcares o carbohidratos (monosacáridos, disacáridos, polisacáridos): son la principal fuente de energía y su consumo es mayor en pecoreadoras.
- Proteína: necesarias para el crecimiento de la colonia y su mantenimiento, así como para la reproducción de la reina. Sus necesidades son mayores en abejas jóvenes.
- Grasa o lípidos: mejoran la reproducción y la longevidad de la colonia.
Micronutrientes:
- Minerales (calcio, zinc, fósforo…)
- Vitaminas: grupo B esenciales. Vitamina C necesaria para la síntesis proteica, mejora el desarrollo de la colonia.
Toda esta información está disponible en la ficha técnica del producto y se expresa en porcentaje (%) o en g/100g.
Un detalle imprescindible que se debe tener en cuenta para interpretar correctamente la composición de un alimento apícola es si los diferentes nutrientes están expresados sobre materia seca (sms) o sobre producto total. En el primer caso, no se tiene en cuenta la humedad (contenido en agua) y en el segundo caso sí, por lo que el número puede variar considerablemente llevándonos a confusión.
En entradas posteriores calcularemos la repercusión €/kg de cada nutriente, haciendo una comparación real del precio Vs composición.
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