En los últimos años, los polifenoles han cobrado especial relevancia como sustancias bioactivas con efectos antioxidantes. Se sabe que algunos de ellos, además, poseen propiedades antiinflamatorias, antiagregantes plaquetarias, antibacterianas, actividad estrogénica y moduladoras de la actividad de numerosas enzimas, incluyendo la de algunas enzimas digestivas. Varios de ellos, consecuencia del poder antioxidante, muy por encima de las vitaminas C y E.
Estos efectos se han demostrado en cientos de artículos científicos para la dieta humana. Sin embargo, como ingrediente en dietas animales, podemos encontrar informaciones contradictorias. La razón, a nuestro modo de ver, es que los polifenoles son una familia enorme de sustancias (flavonoides, estilbenos, lignanos, alcoholes fenólicos, …) con biodisponibilidades diversas, tanto por su origen (dependiendo del vegetal que provengan), como por el sistema digestivo de la especie en cuestión.
El concepto de biodisponibilidad cobra una gran importancia, dado que los polifenoles más abundantes no siempre son los más activos en el organismo, ya sea porque tienen una menor actividad intrínseca, su absorción en el intestino es baja, son altamente metabolizados o se excretan rápidamente. En general, el metabolismo de los polifenoles se produce a través de una secuencia de reacciones común para todos ellos, que es similar a la detoxificación metabólica que sufren muchos xenobióticos para reducir su potencial efecto citotóxico, incrementar su hidrofilicidad y facilitar su eliminación urinaria o biliar.
Los polifenoles son todos de origen vegetal. Como fuentes mas abundantes podemos citar frutas como la granada, uva, cítricos, frutos rojos y azules; algunos extractos de árboles como robles y castaños; cáscaras y pieles de frutos secos; el té y el cacao.
La mayoría de los polifenoles están presentes en los alimentos como esteres, glucósidos o polímeros, formas que no se pueden absorber. Mas del 95% no serán biodisponibles de forma general y para momogástricos. En realidad, en los alimentos, prácticamente todos los flavonoides, excepto los flavanoles, presentan formas glucosiladas. El destino de los glucósidos en el estómago aun no está claro. La mayoría de los glucósidos resisten la hidrolisis acida del estómago y llegan intactos al intestino. Estas sustancias deben hidrolizarse por enzimas intestinales como la β-glucosidasa y la lactasa-florizin hidrolasa, o deben ser degradadas por la microflora del colon antes de poder asimilarse.
Durante el proceso de absorción, los polifenoles sufren, por tanto, diversas modificaciones. De hecho, estos compuestos se conjugan en las células del intestino y posteriormente sufren procesos de metilación, sulfatación y/o glucuronidación en el hígado.
Algunos de los polifenoles mas interesantes y con mayores efectos funcionales son la quercitina, naringenina, resveratrol, catequina, procianidinas. ¿te interesan como ingredientes funcionales en suplementos formulados para alimentación animal? Lo hablamos…
